El tráfico caótico, las calles con baches y la falta crónica de lugares para estacionamiento, son todos retos a vencer para hacer la vida urbana más amable y placentera. Un ingrediente vital en nuestros esfuerzos por vencer estos serios problemas, es alguna forma de transporte colectivo para transportar a la gente de un lugar a otro. Hace décadas, las autoridades de transporte urbano de algunas de las grandes urbes decidieron reducir el tráfico de superficie, enterrándolo bajo el suelo. Esto demostró ser una solución muy cara. Nueva York, por ejemplo, tiene cerca de 650 millas de rieles subterráneos construidos a un costo, a valor actual, ¡de $150 millones de dólares por milla! Los subterráneos, en su mayoría, ya son impagables. Como alternativa, las áreas metropolitanas regresaron a los días de las carretas y los caballos, reintroduciendo lo que serían carros callejeros modernizados. Estas líneas, bajo el nombre de "trenes ligeros" tienen actualmente, un rendimiento peor que el que tenían en los años 20 en lo referente a congestionar el tráfico en los cruces y acaparan los valiosos carriles de las calles del centro urbano. La otra respuesta convencional, el monorriel, eleva los vehículos mediante arcaicos rieles de acero colocados sobre interminables filas de pilares de acero o concreto, espaciados a unos 60 pies aproximadamente. Estos feos y enormes soportes requieren todo un carril de las mayores avenidas, obstaculizan instalaciones a lo largo de los derechos de vía existentes y son caros. Los monorrieles típicamente tienen un costo de $100 millones o más por milla. Nosotros, en Aerobus, pensamos que el transporte moderno no debería interferir con las actividades de la superficie. Coincidimos con el concepto de elevar sobre la superficie. También creemos que un sistema debe ser respetuoso con el medio ambiente, relativamente barato en su instalación, económico en su operación y divertido al usarlo. La tecnología Aerobus cumple con estos criterios y ofrece tres ventajas substanciales sobre los monorrieles ordinarios. La primera es el costo.
El Aerobus cubre hasta 2,000 pies (más de 600 metros) entre esbeltas torres de soporte de acero o de concreto que requieren de poco espacio de planta. En comparación con los soportes convencionales para monorriel, estas torres de soporte cuestan menos y se requieren en menor cantidad para una línea dada. Esto hace que sea posible construir una ruta capaz de transportar de 3,000 a 20,000 pasajeros por hora por dirección por un precio hasta un 60% menor que el de los sistemas de monorriel convencionales. Los tramos rectos y largos, que son posibles ya que el Aerobus pasa por encima de los obstáculos, pueden tener una pendiente de hasta 8 por ciento y permiten viajar a velocidades superiores a las 50 millas por hora. En cada torre de soporte se pueden hacer curvas ligeras de dos o tres grados. Las curvas más pronunciadas se manejan con facilidad mediante la transición de riel suspendido por cable a un riel fijo de acero y luego nuevamente al riel suspendido. Estas capacidades permiten seleccionar la ruta más corta y eficiente entre dos puntos. Lo cual nuevamente reduce los costos. Durante la construcción se pueden lograr ahorros adicionales. El erigir vías elevadas frecuentemente implica la reubicación de las instalaciones subterráneas existentes. Las instalaciones de Aerobus evitan este costoso problema. Y con el Aerobus se minimizan los cierres de calles. Todo lo anterior le da a Aerobus una ventaja de costo significativa. La segunda ventaja del Aerobus también se deriva de su característica de tramos largos. Una línea del Aerobus puede cruzar ríos anchos, pasar por encima de barrancos, subir por las laderas o cruzar por suelo pantanoso. De hecho, para algunas aplicaciones, el Aerobus es la única opción de transporte colectivo. Y la ventaja final del Aerobus está relacionada con los costos, pero se centra en el trastorno provocado durante la construcción de la vía y el uso de derechos de vía existentes. Se puede erigir una ruta del Aerobus a lo largo de vías rápidas, puentes y vías de ferrocarril. Las torres de soporte más esbeltas, la menor cantidad de soportes por milla y una planta pequeña de las torres de soporte permiten una construcción con poca o ninguna interrupción al tránsito normal. Estas ventajas, junto con una mejor apariencia estética, el factor diversión, un viaje más rápido y la economía en su operación, convierten al Aerobus en la mejor solución de transporte colectivo en casi todas las situaciones. | |||||||
PÁGINA PRINCIPAL | QUIÉNES SOMOS | HISTORIA | SOCIOS | CARACTERÍSTICAS | VENTAJAS | PREGUNTAS FRECUENTES |